La receta es muy fácil, solo hay que tener en cuenta la temperatura del horno, que no suba de los 160ºC, que la masa esté fría, y que no se horneen demasiado, solo hasta que se doren los bordes.
Bueno, vamos con la receta, que veréis que sencilla es.
INGREDIENTES:
- 170 gr. de mantequilla sin sal (normal)
- 220 gr. de azúcar moreno
- 100 gr. de azúcar blanco
- 1 huevo grande
- 1 yema de huevo
- 260 gr. de harina normal
- 1/2 teaspoon bicarbonato
- 1/2 teaspoon de sal fina
- 1 teaspoon de extracto de vainilla
- 300 gr. pepitas de chocolate negro
PREPARACIÓN:
Yo, lo primero que he hecho es poner a calentar el horno a una temperatura bajita, para que fuera cogiendo ya poco a poco temperatura y luego no costara tanto tiempo precalentarlo.
En un bol mezclamos primero la mantequilla derretida y los azúcares, cuando esté bien mezclado, añades los huevos y la vainilla y mezclas hasta tener una crema suave.


En otro bol pones la harina tamizada y el resto de ingredientes secos, lo mezclas todo muy bien y lo añades a la crema.



Cuando esté todo muy bien mezclado, con varillas, y tengas una crema más densa que la anterior, añades las pepitas y con una espátula dura o con una cuchara de madera, lo mezclas todo muy bien.
Va a costar un poco porque la masa está muy densa.
Lo tapas y lo metes en el frigo una media hora, como mínimo.

Sacas la masa a la media hora… o más, y con un cucharón para helados o con lo que mejor te apañes, sacas bolas y las vas poniendo en una bandeja para horno, con bastante separación entre ellas, porque se expanden.
Las horneas a 160 ºC, durante unos 10 minutos o hasta que los bordecitos estén un poco dorados. Si te pasas se quedan duras.
Al sacarlas de la bandeja ayúdate con una espátula ancha, porque están súper blandas. Pásalas a una rejilla para que se enfríen.
Entre horneado y horneado, deja el bol en la nevera para que no pierda temperatura la masa.
